ES
Colina 13 es una remodelación de una casa habitación de los años 50 en los suburbios de la Ciudad de México. El diseño se basa en dos elementos que llegaron con la casa: una irracional estructura en cuadrícula y un hermoso fresno en el centro del jardín. La casa era obscura por lo que hicimos una gran perforación donde nos permitió la estructura y le agregamos terrazas a todas las estancias, creando transiciones opcionales entre climas. Las terrazas, la perforación, en conjunto con levantar el jardín acercándolo a los espacios habitables, difumina el límite entre interior y exterior.
La circulación existente era otro desastre; nuevas escaleras se agregaron al frente de la fachada que salen como relieve hacia el patio de acceso. Piedras de rio se acomodan radialmente desde la columna en la esquina de la entrada hacia un patio abierto que es accesible desde la calle y al mismo tiempo se divide por una pared porosa horizontal que flota en el primer piso. Esa pared horizontal está compuesta de ladrillos de barro blanco que rotan dependiendo que tanto queremos permitir la mirada al interior, creando una semi-frontera entre lo privado y lo público.
El interior es una retícula como lo pidió la estructura existente. A la derecha la sala, a la izquierda el comedor, divididos por una jardinera gigante que simula el jardín exterior y se abre visualmente hacia el cielo. Al frente hay una terraza, arriba hay más terrazas, cada cuarto tiene un exterior, tanto al frente como en la parte de atrás.
Todas las superficies exteriores que nos son vidrio, cuentan con un acabado de concreto negro pigmentado mezclado con un polvo de rocas granuladas, aplicado con una escoba para darle su textura ¡El proceso le tomó al maestro de obra varios intentos a lo largo de unos meses para llegar a su resultado final!
EN
Colina 13 is a heavy-handed remodel of a 1950´s single-family house up the hill in Mexico City. The design is based on two major elements that came with the house. An irrational gridded structure and a beautiful Mexican Fresno in the middle of the garden. The house was dark so we punched a large hole, where the structure permitted, and added terraces onto the enclosures to provide optional transitions between climates. This, in addition to lifting the garden closer to the living spaces, managed to blur the threshold between inside and outside.
Circulation existed but was non-sense, new stairs were added in the front facade that stand out as a relieve onto entrance patio. River rocks radiate from the corner column at the entrance into a semi patio that is accessible from the street but then enclosed by a porous horizontal floating wall on the first floor. That horizontal wall is made out of white clay bricks which rotate depending in the amount of gaze we wanted to allow in, creating a semi-boundary between the public and the private.
The inside is gridded as the structure requested. Right living room, left dining divided by a huge garden pot simulating the outside garden that opens visually to the sky. In the front a terrace, above more terraces, every room has an outside, both front and back.
All the surfaces that are not glass are plastered with a pigmented black cement and stone powder mix which was then applied and textured using a broom. The process took the “maestro de obra” various iterations of this mix over a couple of months to achieve its final look!